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Líder y Posesión



De vuelta con otro tema que suscitará opiniones en todos los sentidos: Liderazgo y el afán/creencia de posesión de los dirigentes.


Estar en la cima de cualquier equipo, grupo, organización, atrapa en un halo de superioridad que incluye la posesión de todo el ámbito de la dirección, jefatura, presidencia, incluso las personas. “Mi equipo”, “mis trabajadores”, “mis colaboradores”, son expresiones naturales cuando alguien se refiere a las personas que trabajan con alguien y sobre las que ofrece una ascendencia que le asegura su posicionamiento jerárquico. Estas frases escritas y leídas no contienen la diferencia que marca el lenguaje corporal de la persona que las utiliza. Aquí se encuentra la primera marca en la interpretación de “posesión” que infiere el interlocutor. La segunda, y definitiva, marca es la manera de obrar con “sus” colaboradores, equipos, trabajadores. En la conjunción de las dos comprobaremos si este “líder” perpetra una dirección autoritaria y anexionista de las personas como meros elementos dentro de su juego de piezas empresariales, o si por el contrario se trata de un “líder” que transmite su posición con didáctica de equipo, ánimo al crecimiento profesional y personal, haciendo suyos los errores del equipo y ensalzando los éxitos grupales.

El primero será siempre un simple “Jefe” que mantendrá su posición y “posesión” mientras el pastel que le entregaron con su nombramiento se mantenga dentro de la urna en la que encierra todas sus frustraciones e ineptitudes. Nunca el recuerdo de su paso será distinto de la indiferencia, cuando mejor lo supo hacer, o el hundimiento, en el peor de los casos.

El segundo es el auténtico “líder” que marcará el futuro profesional de las personas sobre las que ha desplegado toda su influencia, persuasión y conocimiento. Asentará las pautas de comportamiento de esfuerzo y compromiso con enseñanzas diarias de justicia y retos.

Lo que el “Jefe” entiendo como “llevar la contraria” y llevará asociado un desplante, grito y/o amenaza más o menos velada de despido, el “Líder” lo acepta como “aportación valiosa” que animará a desarrollar hasta comprobar el alcance y realidad de la idea.

Lo que el “Jefe” califica de “error inaceptable” será convertido en escarnio público y ejemplo de mal hacer e inutilidad que para siempre quedará sin resolver. El “Líder” tratará el asunto personalmente y ayudará a la persona a analizar los hechos y resultados obtenidos, convirtiendo el problema en una oportunidad de aprendizaje y minimizar la futura repetición del hecho.

La POSESIÓN es el mismo acto de tener personas bajo la responsabilidad organizativa. El “Jefe”, sea cual sea su futuro y evolución, siempre mantendrá la idea de que “poseyó” a recursos humanos. El “líder” verá a sus equipos como personas a las que enseñó a avanzar, progresar y sobre todo a saber aprender de los errores convirtiéndolos en experiencias positivas de futuro. Habrá creado nuevos “líderes” que guíen a personas sintiendo orgullo de los resultados y satisfacción del deber cumplido.

"Be leader my friend" y poseerás una legión de seguidores, así como el reconocimiento de tu organización y las de todos aquellos en los que influiste en algún momento de tu vida. 

Recuerda, una organización es una empresa, pero también lo es una familia, un equipo de petanca. Cualquier grupo de personas está infiriendo pautas de comportamiento sobre todos sus individuos. De ti depende ser un LÍDER o un embaucador de personas.

Fuente: Ramón Luis Gil Barriguete

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